jueves, 22 de octubre de 2009

Real Madrid 2 AC Milán 3

¡Pero no le ahorques, hombre, que es tu compañero!


BIENVENIDOS AL FÚTBOL ESPERPENTO


Un Milán de abueletes deja en evidencia al Madrid. Los de Pellegrini siguen sin encontrar su forma de juego. Los dos equipos empatados a 6 puntos en su grupo.


El Santiago Bernabéu se vestía de gala para albergar un gran encuentro, dos históricos, el llamado "derby de Champions" que enfrenta a los dos equipos más laureados del continente. Y eso no fue lo que sucedió. Porque el partido ha sido un auténtico despropósito de principio a fin. Una hora de sopor y luego una media hora intensa, de correcalles, fue lo que dio de sí el partido.

Durante esa hora poco se puede destacar. El Madrid tenía algo más el balón y el Milán no daba señales de vida. En ese tiempo, los rossoneri sólo hicieron un tímido disparo que detuvo Casillas sin problemas. Y ni un sólo córner. Uno de los problemas fundamentales del Madrid en este encuentro, fue que careció de mordiente. Apenas generaban ocasiones. Sólo un par de intervenciones de Dida y los disparos lejanos de Lass. El partido se jugaba a un ritmo bajísimo, sin tensión, y con la calidad que atesoran los jugadores de Pellegrini, a poco que hubiesen apretado el acelerador, hubieran resuelto el partido sin problemas.

De ese rato, solamente cabe apuntar dos cosas. Un clarísimo penalty del viejo Zambrotta a Benzemá (inédito durante el resto del encuentro) en el minuto 13 que el árbitro (un tal De Beckleere, malo como él sólo) se comió con patatas. Y cinco minutos después, una cantada de las que hacen época de Dida, propició que Raúl adelantase a los blancos. Y luego todos se rinden ante él, que si el más listo de la clase, el pillo, el que nunca hace nada. El gol es un churro enorme, se la encuentra y sólo la tiene que empujar. No tiene mérito. Eso sí, hay que decir en su favor, que Raúl fue el mejor de su equipo, el más activo y el que más corría. Mal asunto para un Madrid que se ha gastado 300 millones si su mejor jugador sigue siendo Raúl.


¡Qué te pego, leche!


MEDIA HORA NO APTA PARA CARDÍACOS

Todo seguía siendo un tostón absoluto y parecía que el 1-0 sería inamovible. Hasta que en el minuto 62, Pirlo enganchó un zambombazo impresionante desde fuera del área y el balón se cuela junto al poste derecho de la portería blanca. Era el primer tiro a puerta del Milán. Hay quien dice que incluso aquí falló Casillas por tirarse tarde, pero no creo que sea el caso. Es un golazo de bandera y punto. Fue el principio del fin del Madrid. El conjunto de Leonardo resurgió de sus cenizas cual ave fénix, un equipo que parece un asilo despertó de su letargo. Un magistral pase de Ambrosini al hueco desde el centro del campo fue aprovechado a la perfección por Pato, que puso por delante al conjunto milanista. La salida de Casillas es un error garrafal. No es que no consiga atrapar el balón, es que sale un metro a la derecha del esférico dejándolo en bandeja de plata para que el brasileño Pato sólo tenga que empujar a la red. Es un fallo impropio de un gran portero como es Íker, pero lo cierto es que es de juzgado de guardia.

A partir de aquí, el partido fue de locos. Un correcalles continuo. Las ocasiones se sucedían, todos corrían como pollos sin cabeza y las defensas no existían. Así las cosas, en el minuto 75 Raúl saca un córner (tiene narices que el pobre Raúl tenga que sacar un córner porque nadie iba a por el balón) a la frontal, Drenthe controla y saca un derechazo que se cuela junto al palo de la portería de Dida. Raúl saca bien los córners (primera noticia) y Drenthe sabe marcar golazos (segunda noticia). El holandés ha tenido una mini- resurrección en este partido, no se sabe si será para largo o sólo ha sido cuestión de un partido puntual. Porque con este jugador nunca se sabe.


Casillas cantando: ¡Al suur de la fronteeeeeraaaa!


El partido seguía siendo caótico en las defensas. Hasta Ronaldinho se atrevía en el uno contra uno y le salía bien (tercera noticia). Así de nefasto era el partido, pero era entretenido y había tensión. En el '80 un disparo de Kaká (sólo hizo otro chut más y luego estuvo desaparecido) es despejado por el portero brasileño y Raúl solo superó a Dida. No se ve claramente si el balón traspasa la línea de gol, pero la jugada fue anulada por un claro fuera de juego. En esos instantes podía marcar cualquiera.

En el '85 un disparo lejano rebotó en Marcelo y dejó a Pato mano a mano con Casillas, que lanzó dentro del área e Íker despejó con el pie salvando una vez más al Madrid. El posterior córner es rematado de cabeza por Thiago Silva entre dos defensas y bate a Casillas. Un gol completamente legal que sólo el inútil de De Bleeckere supo por qué anuló, porque no la falta en el salto es inexistente. El árbitro compensó el error del penalty a Benzemá con el gol anulado a Thiago, así que el resultado debió ser 3-4. Una vez tomada esa decisión, se formó una tangana impresionante. Ronaldinho dio un pequeño bofetón a Raúl y debió ser amonestado (eso no se puede considerar como agresión) y el capitán madridista se lanzó a por él. Menos mal que estaba por ahí Seedorf para calmar los ánimos.

Ya en el 88, de nuevo Seedorf sólo en el área sirve un magistral pase a Pato que, sin dejarla caer, golpea el balón de forma exquisita y pone el 2-3 definitivo en el marcador. Un partido malo de ambos equipos, que se salvó por la última media hora llena de tensión, de ese fútbol eléctrico lleno de despropósitos que tan divertido le resulta al espectador.

LAS CLAVES:

Un Madrid sin "punch" no fue capaz de superar a un equipo que está para el asilo. No tiene sistema, ni tensión, no presiona, su defensa es un coladero. Kaká ni existió, Xabi Alonso sigue sin coger la batuta del equipo y así el Madrid es incapaz de crear fútbol No juega a nada. No es un problema de Pellegrini, es de concepto, porque el Real Madrid no tiene un estilo de juego al que atenerse. Y lleva así unos cuántos años.

Sólo una jugada aislada despertó a un Milán, que parecía que estaba jugando una pachanga. El equipo de Leonardo se vino arriba y gracias al genial Pato (el más joven del equipo) consiguió llevarse el gato al agua. Que el artífice de la victoria sea un chaval de 20 años es sinónimo de que el Milán necesita una renovación profunda urgentemente.

El árbitro: Suspenso absoluto. No pitó un clamoroso penalty a Benzemá que pudo cambiar el rumbo del partido y anuló un gol completamente legal a Thiago Silva. El holandés De Beckleere estuvo acorde con lo que fue el partido: un completo desastre.

3 comentarios:

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

El madrid es una basura hombre, el Milan puede que necesite una renovacíon pero ellos lo hacen poco a poco con su cantera, cada vez se esta viendo como estan integrando jugadores jovenes de su cantera al primer equipo, aparte de la integracíon de jugadores cómo Antonini y Abate , además del nuevo Dominic Adiyah balon de oro del último mundial sub 20, una verdadera renovacíon toma tiempo y dedicacíon no solo dinero

Full Norbert dijo...

Gracias por lo de idiota, mr anónimo, pero en este blog no se viene a insultar. Así que voy a eliminar tu comentario, el otro, por supuesto, le dejo.

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