lunes, 30 de noviembre de 2009

F.C. Barcelona 1- Real Madrid 0

¡Qué golazo he marcao, qué bueno soy!


TENSIÓN HASTA EL FINAL


El Barcelona se lleva el Clásico en un mal partido gracias a Ibrahimovic. El Madrid mejoró en su juego, pero estuvo mal de cara a puerta. Los de Guardiola recuperan el liderato.

Llegaba el Clásico al Camp Nou, el partido de los partidos, y lo cierto es que fútbol hubo muy poco, lo que sí hubo fue tensión e intensidad. Las sensaciones antes del encuentro cambiaron a lo largo de la semana. El sábado por la noche todo era pesimismo en los azulgrana por la pérdida del liderato y la llegada de dos partidos clave y el Madrid entusiasmado por presentarse líder al Camp Nou. Eso cambió por completo el miércoles por la noche, tras ver la exhibición del Barça frente al Inter y la inoperancia del Real Madrid ante un equipito como es Zürich. Parecía que iba a ser una fácil victoria azulgrana según las sensaciones tanto de culés como merengues. Y ni por asomo eso sucedió.

Sobre todas las cosas, la primera parte fue muy aburrida. Los que hablan por ahí de gran partido de los que crean afición, no sé qué demonios habrán visto, porque lo que es fútbol del bueno poco, más bien del otro fútbol, el de la tensión, la pelea, el sacrificio y el entusiasmo. Empezó el partido con el Madrid bien encerrado atrás y el Barça controlando la posesión. Pero para nada los hechos transcurrieron como el guión previsto. El Madrid por fin se decidía a presionar en el centro del campo, comandados por Lass y Xabi Alonso que cuajaron un muy buen partido. Además, buscaban la velocidad de sus puntas para crear peligro en las contras, su principal baza. Pellegrini jugó bien sus cartas colocando una defensa adelantada, presión en el centro del campo y salir disparados al ataque. Y en estas llegó la jugada clave de la primera parte en el minuto 19. Kaká recorta en la frontal a Piqué y abre a la banda derecha a Cristiano que, solo, falla ante un inconmensurable Valdés que sacó el pie para despejar a córner. El Madrid se lamentaba como ya hiciera el año pasado en este mismo escenario, pero el que erró el mano a mano en aquella ocasión fue Drenthe. Cristiano pudo abrir el marcador, pero todos se olvidaban de que Valdés también es un porterazo.

Mientras tanto, el Barcelona salió dormido y parecía que no se enteraba de lo que iba la cosa. Cuando uno ve varios partidos similares al de hoy, saca conclusiones rápidamente. Y es que el Barça no es que sufra cuando se encuentra con un rival que se encierra y se atasque, es que su falta de ideas es más que alarmante. Bien es cierto que hay que dar todo el mérito del mundo que se merece la presión que realizó el Madrid en la primera parte, un esfuerzo ciertamente encomiable. Pero los errores del Barcelona eran clamorosos. Llevo diciendo todo el año que, si un equipo cierra bien los espacios como ha hecho perfectamente el Madrid, el contrario tiene que ser capaz de crearlos para poder tener oportunidades. Pues no. El Barça sigue erre que erre y la delantera estática es alarmante. Messi salía de una lesión y mucho no podía hacer, Iniesta no debe jugar en la banda izquierda porque es mucho más letal en el centro. Y luego está lo de Henry. Lo suyo es de juzgado de guardia. Cayó en fuera de juego por lo menos en cuatro ocasiones, no se movía para nada. No está en forma y no debe jugar de titular, máxime cuando tiene un suplente que está en un momento dulce como es Pedro. Guardiola falló sacando a Henry de titular en lugar de Pedro.


¿Por qué no te callas, Cristiano?


El partido pintaba de lo más soso, sin apenas oportunidades. Un disparo lejano de Xavi antes de la ocasión de Cristiano, un tiro cruzado flojo de Iniesta, un fallo de Marcelo al que tapó bien Puyol (Alves no puede descuidar su posición y dejar un agujero en la banda) y otro tiro desde fuera del área del brasileño muy flojito. Eso fue lo que dio de sí la primera parte en ataque, con un juego muy trabado y mucho centrocampismo.

IBRAHIMOVIC DECIDE


Tras el descanso, el Barcelona salió al ataque dispuesto a llevarse la victoria, frente a un Madrid que ya no realizaba la misma presión en el centro del campo y lo acabó pagando caro. En el minuto 50, por fin Guardiola se quitó su maldición de no hacer los cambios rápido y se dio cuenta de que Henry no carburaba y lo sustituyó por Ibrahimovic, que reaparecía tras su lesión. Al poco, Higuaín recortó dentro del área y de nuevo Puyol volvió a tirarse para taponar su tiro. El partido del capitán fue monumental. Estuvo atento a todo, muy rápido y no perdió el sitio. Junto a Piqué, los dos centrales azulgranas fueron claves en la victoria culé, ante los que se desesperaban los jugadores madridistas, que lo intentaron todo. En el '55 y sólo cinco minutos después de la entrada al campo del sueco, llegó el gol. Alves cabalgó como siempre la banda derecha y sacó un gran centro medido (después de haber fallado estrepitosamente tres centros en la primera mitad) e Ibrahimovic se coló entre Pepe y Ramos llegando al área como un auténtico obús, y fusiló con la izquierda de volea a Casillas, que nada pudo hacer. Golazo de bandera del sueco que, a la postre, decidiría el partido. Va a ser cierto que este tipo de partidos se deciden por detalles.

El partido se ponía de cara para los azulgrana. Empezaron a controlar el juego y el Madrid se tenía que abrir para buscar el gol del empate. Cuando el Barcelona abre la lata se siente más seguro, domina el juego y consigue los goles con mayor facilidad. Pero no tuvo esa suerte. En el '62, una absurda mano de Busquets (que no se vio bien de primeras en la televisión) sí la vio muy atento Undiano Mallenco, que expulsó al catalán por doble amarilla. Empezaba otro partido con algo menos de media hora por delante.



¡No me toques los huevecillos, Xavi!


En el '65, llegó la respuesta del Madrid. Un centro al área fue cabeceado fuera por Cristiano Ronaldo, que no pudo marcar. Al minuto dejó su sitio a Benzemá (le aconsejaron no jugar más de una hora) y Touré entró por Keita. Cuatro minutos después, Piqué remataba de cabeza una falta lateral, pero su cabezazo se marchó fuera. En el '71 respondió Benzemá con un tiro desde la banda izquierda que se fue alto. Las ocasiones se sucedían en una y otra portería. El Madrid llegaba algo más pero no creaba el suficiente peligro, mientras que el Barcelona se dedicó a controlar el juego y el balón, porque poco más podía hacer con diez jugadores. El Barcelona fue mejor que el Madrid con 10, mientras que los blancos fueron superiores en el 11 contra 11. Paradojas del fútbol. El partido entró en una dinámica fea. El Madrid volvió a demostrar que las segundas partes no están para ellos, ni contra 10. Bien es cierto que el bajón físico se tenía que producir tras el desgaste de la presión de la primera parte y el constante correr por detrás del balón, pero uno de los grandes problemas de los de Pellegrini sigue siendo que en las segundas partes no carbura. Así que se dedicaron a dar patadas y a cortar el juego de los azulgrana. Toda la defensa vio amarilla y Xabi Alonso estuvo especialmente brusco.

En el '75, Pellegrini se la jugó, dando entrada a Raúl por Arbeloa, lo que suponía que Marcelo se retrasaría al lateral. En este decisión estuvo erróneo el chileno. Marcelo hizo un partido nefasto, no cubrió bien su banda (se le coló Alves en la jugada del gol) y arriba no dio una a derechas. No parece que despierte. Y Raúl como revulsivo contra 10 a falta de quince minutos, suena a disparate. Si hubiera entrado Granero, el Madrid ganaría en superioridad al Barcelona en el centro del campo, para crear algo de juego, cosa que todavía no sabe. Vive de sus contras. Llegaban al área pero no intimidaban, aunque la tensión se mascaba en el ambiente.

Poco después de la entrada del capitán blanco, Abidal realizó una pared con Messi y se internó en el área, pero su zurdazo cruzados salió lamiendo el poste, una gran ocasión para la sentencia. En el '81, a la salida de un córner, Benzemá remató muy mal en el área pequeña mandando el balón a las nubes. Los minutos transcurrían y parecía que nada iba a cambiar, pero quedaba algo más. En el '88, Alves se internó por banda derecha y realizó un pase magistral al hueco, donde emergió Messi entre dos defensas quedando mano a mano ante Casillas. El argentino falló incomprensiblemente cuando tenía todo a favor para marcar, pero Casillas estuvo muy seguro. Un minuto después, Lass vio justamente la expulsión por doble amarilla, tras un entradón a Xavi. El partido no daba para más y terminó 1-0, victoria justa, aunque un empate también lo pudo ser, pero el 2-0 también pudo llegar. El Barcelona recupera el liderato en un mal día y en el mejor del Madrid de la temporada, que no pudo superar al equipo de Guardiola con 10.



¡Qué no me de en la cara, qué no me de en la cara...!

LAS CLAVES:

El Barcelona saltó al campo atolondrado, muy impreciso en el pase y con una delantera demasiado estática. La pareja de centrales Piqué-Puyol fue fundamental para la victoria. En la segunda parte mejoró notablemente, controlando el juego con 10 tras el decisivo tanto de Ibrahimovic, siendo superior al Madrid.

El Madrid se encerró atrás y buscó la contra con un juego muy directo. Realizó una gran presión en la primera parte que desactivó el juego blaugrana. Después volvió a bajar físicamente y fue incapaz de empatar.

Tres jugadas clave cambiaron el curso del partido: el fallo de Cristiano en la primera parte, el gol de Ibrahimovic y la expulsión de Busquets.

PREGUNTAS AL AIRE

Tras este clásico quedan cuatro preguntas evidentes:

1 ¿Espabilará la delantera del Barça realizando movimientos de desmarque cuando un equipo se encierra atrás y no deja espacios?

2 ¿Habrá encontrado un estilo de juego el Madrid y lo pondrá en práctica durante el resto de la temporada, o sólo será fruto de un día?

3 ¿Cómo hubiera sido el encuentro si el Madrid se adelanta y si Busquets no es expulsado?

4 Si el mejor del Madrid de la temporada pierde 1-0 ante un Barça gris y que jugó media hora con 10, ¿qué pasaría si los culés tienen un buen día?

El árbitro: Undiano Mallenco acertó en las expulsiones de Busquets y Lass. También en el posible fuera de juego inexistente en el gol de Ibrahimovic. Sacó muchas tarjetas al Madrid castigando su juego duro. Undiano acertó en las jugadas clave, demostrando que es un buen árbitro, llevándose así el aprobado en el Clásico.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

F.C. Barcelona 2- Inter de Milán 0

¡Cierra el buzón, Pedro!


Y SIN MESSI NI IBRAHIMOVIC

El Barcelona sentenció el partido en tan sólo 25 minutos. El Inter dejó una imagen lamentable en el Camp Nou. Los de Guardiola acarician los octavos

Se presentaba el Barça-Inter como el primer gran duelo de la semana para el conjunto blaugrana, partido con el que se llegaba con dudas tras el empate en San Mamés y el nuevo liderato del Madrid. Y las dudas de Messi e Ibrahimovic en el once titular. Pues bien, todas esas dudas y temores se disiparon de un porrazo. No estuvieron dos de los grandes cracks del Barça y nadie se acordó de ellos. El Barcelona dominó el partido del minuto 1 al 90, llegando en muchas ocasiones a bailar al Inter, que fue un pelele en manos de los culés.

Como comenté en las dos crónicas anteriores de partido de Champions, el Barcelona no desplegó su juego. Había lentitud, falta de ideas, una delantera estática, empeño en atacar por el centro, y sin buscar la banda. Pues bien, hoy en el Camp Nou, frente al tetracampeón italiano, todos esos errores se volvieron en todo lo contrario. El Barcelona salió en tromba desde el inicio dirigidos sensacionalmente por esos dos cracks que son Xavi e Iniesta, con una gran velocidad en la circulación de pelota, buscando las bandas, presión muy arriba en todo el campo, constantes movimientos de la inédita delantera para crear espacios (a pesar del mal partido de Henry), una enorme solidez defensiva... El Barça estuvo durante los primeros 45 minutos en su mejor versión, similar al juego actual de España, el de toque y paciencia y a esperar a encontrar los espacios. Porque no es que creara infinitas ocasiones, pero el rondo que le hizo al Inter fue de escándalo.


Choque de trenes


Así las cosas, en el minuto 10 Xavi bota un córner, peina Henry y Piqué (agarrado por Motta) consigue cruzar el balón al segundo palo. Cinco minutos después, una falta al borde del área fue lanzada por Xavi que iba a la escuadra, pero tocó la red por encima de la portería interista. Ya en el '25, llegó el segundo gol. Una jugada maravillosa. Iniesta habilita a Xavi en la media luna, abre a la banda derecha para Alves que viene como un avión, realiza un magnífico centro y Pedro remata pillando a pie cambiado a Julio César, que se comió el gol por su mala posición. Un auténtico golazo, de bandera, de esos que demuestran por qué el Barça juega como un equipo. En el '35, Valdés volvió a despejar mal con los pies por enésima vez, dejando la portería vacía, pero Stankovic remató demasiado alto. Siete minutos después, llegó un tímido disparo de Milito desde fuera del área. Casi sin apenas noticias en ataque del Inter, llegó en el '44 un remate de cabeza de Keita que detuvo sin problemas Julio César. El Barcelona dominaba en todo, incluso a balón parado.

EL BARCELONA SE LIMITA A CONTROLAR


En la segunda mitad, el Barça bajó el pistón pensando en el Clásico del Domingo, lo que permitió que el Inter intentara buscar la portería de Valdés. Lo cierto es que el Inter tuvo algo más el balón, pero sus ataques no creaban peligro alguno. Sólo una caída de Eto'o (que fue ovacionado por el Camp Nou) dentro del área que fue protestada por el camerunés, pero que no fue penalty en absoluto. En el siguiente minuto, el 54, Xavi remató de cabeza abajo tras otro espléndido centro de Alves, pero ésta vez Julio César lo despejó de manera magistral, realizando así la parada del partido.

El Barcelona simplemente se limitó a controlar el partido, guardando la ropa. La intensidad defensiva seguía, la presión también, pero no creaban jugadas de peligro ni le imprimían demasiado ritmo al juego. Ni falta que hacía. El Barça, de forma inteligente, reservó fuerzas, porque con eso bastó para frenar a un más que pobre Inter en ataque. Por eso, para el espectador la segunda parte fue un poco más aburrida, pero no está el asunto para desgastar sin necesidad, con la de lesiones y gente enferma por Gripe A que tiene el equipo. Aquí hay que hacer una especial mención a Abidal, que aguantó casi todo el partido después de recuperarse milagrosamente de dicha Gripe A. Encomiable.


Te has creído que me iba a quitar la camiseta, ¿eh nenita?


En el '67, Alves lanzó una falta que puso a prueba los reflejos de Julio César. A partir de ahí, el Inter se desató. Pero para dar patadas. Repartió estopa de lo lindo, hizo un montón de faltas que muchas de ellas no fueron señaladas, sólo se llevó tres míseras tarjetas amarillas (por dos del Barça) y Motta debió ser expulsado por doble amonestación. El Barça desquició al equipo de Mourinho, lo que dio pie a que los neroazurri se dedicaran a realizar su típico juego marrullero que de nada les sirvió. 2-0 al final y porque los de Guardiola no quisieron hacer más sangre, lo que les deja primeros de grupo y sólo una derrota por un gol o más y que no haya empate entre Rubin e Inter, es la única combinación que les dejaría fuera. El Barcelona está a un paso de los Octavos de Final.

LAS CLAVES:

El Barcelona recuperó su estilo de la mano de la dupla Xavi-Iniesta, volviendo al buen fútbol de primer toque, velocidad y desmarque. Además, la presión y la intensidad defensiva contribuyeron a crear un monólogo azulgrana. En esta ocasión, Pep destrozó el sistema táctico de Mourinho.

El Inter fue un equipo muy gris. Mourinho conocía el resultado de Rusia y sabía que ganando el siguiente partido en casa estaban dentro. Hizo lo de siempre, poner a ocho jugadores detrás del balón dejando solos los desesperados Eto'o y Milito. Otro fracaso táctico.

El árbitro: Massimo Busacca estuvo mal. Permitió demasiada dureza del Inter y le sacó casi las mismas tarjetas que al Barcelona. Además, debió expulsar a Motta. Suspenso.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Helloween- Better than Raw

Tracklist:

1 Deliberately Limited Preliminary Prelude Period in Z 1:44
2 Push 4:48
3 Falling Higher 4:48
4 Hey Lord! 4:08
5 Don't Spit on my Mind 4:26
6 Revelation 8:23
7 Time 5:44
8 I Can 4:41
9 A Handful of Pain 4:49
10 Laudate Dominum 5:11
11 Midnight Sun 6:21






Cuando ya parecía irreversiblemente que este blog se iba a convertir en un blog de cine y deportes, aquí estoy dos semanas después de mi último artículo para darle un nuevo aire. Y es que en estos casi cuatro meses de vida que ya tiene el jodido bastardo, todavía no he hablado de otra de mis grandes pasiones, la música. O más concretamente de esa música maravillosa tan despreciada por la sociedad como amada y sentida como propia para sus fans, el heavy metal. De paso, me permito abrir la enésima sección (como ya he señalado en otras ocasiones, este blog tiene más secciones que artículos en cada una de ellas, en fin...) llamada Discos Olvidados, esos albums que a lo mejor no pasaron desapercibidos en su momento, pero no se les recuerda en la actualidad. Grandes discos a reivindicar y empiezo con el que para mí es uno de los mejores discos de Helloween (y el mejor de los años '90) como es el Better Than Raw.

Si uno menciona el nombre de una banda tan legendaria como es Helloween, inmediatamente se le vienen a la cabeza las tres grandes joyas de la corona como son el Walls of Jericho y los Keeper. O esos discos noventeros como el Master of the Rings o el Time of the Oath. Incluso el tan criticado Chameleon. Pero el Better Than Raw queda en un inmerecidísimo segundo plano, un hecho a mí entender completamente inexplicable, ya que se trata de un discazo de principio a fin, al que quiero hacer un homenaje.

Tengo que confesar que mi devoción hacia este Better than Raw, quizá se deba a que fue el primer disco que escuche de la banda germana. Por entonces, Helloween estaba formada por Andi Deris a las voces, el guitarrista Roland Grapow, el batería Uli Kusch, el sempiterno bajista Markus Grosskopf y el guitarrista líder Michael Weikath. En aquél 1998 yo tenía 9 añitos y empecé a descubrir a esa edad temprana (incluso un poco antes) lo que era el buen heavy metal. Yo estaba entusiasmado con mi cinta original del Better than Raw que por supuesto conservo. Puede ser cosa de la nostalgia y que el disco tenga para mí cierto valor sentimental. 11 años después volviéndolo a escuchar por enésima vez de pe a pa, compruebo que no ha perdido ni un sólo ápice de su fuerza. Sólo hay que ver la portada con la bruja cachonda que cocina calabazas, un buen augurio.


¡No te ahogues, calabacita!


El CD empieza con una introducción de nombre larguísimo y muy difícil de recordar para algunos: Deliberately Limited Preliminary Prelude Period in Z, casi nada. Se trata de una pieza de poco más de un minuto y medio con una música clásica épica al que al final se unen las imponnentes guitarras de Weikath y Grapow. A renglón seguido, viene ni más ni menos que el trallazo del disco, la impresionante Push. Una canción rápida, llena de fuerza, dura, con cierto aire thrash, en donde la banda explora un terreno diferente, un metal mucho más duro que el de su época ochentera. Un tema lleno de agresividad, caracterizado por las guitarras y por los cambios de registro que demuestra Andi Deris. Una cosa hay que remarcar sobre este cantante. Está claro que no es Michael Kiske, pero viendo como éste ha tirado su carrera musical por la borda, hay que estar agradecido a la labor que está desempeñando Deris, que ya lleva 15 años en la banda. Ya no es el mero sustituto de Kiske, se ha labrado un nombre propio.

A continuación encontramos la épica Falling Higher, un tema que empieza con un magnífico riff melódico y que poco a poco se va acelerando. Posee un estribillo de lo más coreable, en donde cabe destacar la gran voz aguda de Deris y el manejo de la batería de Kusch. Grandiosa canción. Un riff muy cuidado y la posterior voz distorsionada nos anuncian uno de los singles del disco, la magnífica Hey Lord! Un temazo donde los haya, un medio tiempo sin concesiones con una letra cachonda y currada. Las voces están tan distorsionadas como las guitarras y eso es algo no muy habitual en la banda, pero sí en este disco. Otra distorsión un riff que sube de volumen progresivamente nos dan la bienvenida a otro de los grandes temas del disco, la impagable Don't Spit on My Mind. Lo más destacable de la obra, es sin duda cómo sube de volumen y de velocidad a medida que avanza, llegando hasta un excelente solo y que culmina con una estrofa previa al estribillo llena de fuerza y épica para dar paso de nuevo al estribillo.


Sí, I Can, pero... ¡auch!


Llegados a este punto, nos topamos con la canción más larga del disco, la inclasificable Revelation. Es un tema bastante complejo, en el que nos encontramos partes muy épicas y grandilocuentes mezcladas con otras que son de las más duras del disco, en la que Kush hace un trabajo encomiable. La séptima canción es la balada Time. Un gran tema, en donde Deris demuestra una vez más por qué es un buen cantante. La música de la mayor parte del tema suena como si fuera un reloj, y en los estribillos la cosa se endurece un poco más para dar rienda suelta a la guitarra y a la batería. Una muy buena balada. Seguidamente nos encontramos ante el otro sencillo del álbum, quizá su tema más comercial, pero que era ideal para el vídeo que realizaron y su promoción. Se trata de I Can, un tema que cumple a la perfección, por su sencillez y por su bridge (la parte previa del estribillo, es que llamarla por su traducción "puente" no me parece adecuado) y estribillo cantables hasta desgañitarse.

En la última parte del disco parece que los germanos bajan un poco el nivel, pero se trata de tres canciones muy buenas, aunque no tan grandes como las anteriores. Así las cosas, llega Handful of Pain. Se trata de un medio tiempo anunciado por una voz muy oscura, y en la que Deris canta de manera más grave de lo habitual, pero en el bridge y en el estribillo vuelve a su habitual voz aguda. Otro aspecto destacable de Better than Raw, es sin duda que los bridge son tran grandiosos y coreables como lo son los estribillos, aunque Helloween son expertos en eso. El siguiente corte es Laudate Dominum, un tema muy rápido cantado íntegramente en latín, en el que de nuevo Deris hace gala de su voz grave pero algo más raspada, con otro gran estribillo con coros. Cierra el disco Midnight Sun que posee a mi juicio el riff más duro de todo el disco, mezclado con muy buenas partes melódicas.


¿Quién es el más feo de los cinco?


Esto es todo lo que da de sí Better than Raw, un discazo impresionante que reivindico desde aquí. Y lo hago por tres motivos: Es un disco que tiene cuatro temas que deberían estar en cualquier recopilatorio de Helloween como son los primeros (Push, Falling Higher, Hey Lord! y Don't Spit on My Mind) y otros seis más la introducción que no le van en absoluto a la zaga. Segundo, en los bares apenas suena este disco. Alguna vez Push y la que suena con más frecuencia que es I Can. ¿Y el resto? ¡Yo quiero el resto! Y, ya para finalizar, Better than Raw es un disco algo menospreciado, pero para mí se encuentra entre los mejores de Helloween y es sin duda lo mejor de la etapa de Andi Deris. Con tanta alabanza ya sólo me falta decir que lo pongáis de una vez, que no os decepcionará.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Rubin Kazan 0- F.C. Barcelona 0

Puyol cantando: "Com flaaaaaaai güiz miiii"


EL BARÇA SE ATASCA Y DESESPERA EN RUSIA

El Barcelona dominó el partido de principio a fin pero con mucha lentitud. El Rubin salió con un sistema ultradefensivo que le salió a la perfección. El Barça se complica la vida en su grupo.

El Barcelona llegó a Rusia con ganas de revancha. Lo que se consideró un mero traspié en su momento (la derrota por 1-2 en el Camp Nou frente a los rusos) ahora puede ser algo más que preocupante. Sobre todo por este insulso 0-0 que no sirve de nada al conjunto de Pep Guardiola.

Consciente de ello, el Barça salió enchufado desde el principio. Dos córners en sendos minutos. Y en el '3, Ibrahimovic se planta sólo ante Ryzhikov (grandiosa actuación) y estrelló el balón en el palo cuando todos cantaban el gol. Si esa pelota hubiera entrado, esta crónica no sería la misma y los comentarios hubiesen sido muy diferentes. Pero no fue así.

Los dos equipos pusieron las cartas sobre la mesa desde el principio. El Barcelona iba a dominar, a manejar el balón tocando y tocando y manteniendo la posesión. Mientras el Rubin, plantó dos líneas muy juntas de cuatro cerca de su área e intentar salir a la contra con balones largos al Chori Domínguez y a Karadeniz. Así las cosas, el partido era un monólogo azulgrana, pero apenas inquietaba. Lo intentó Xavi con una vaselina, Keita de volea, Messi desde la frontal... Pero no había manera. La horizontalidad con la que jugaba el Barça era más que previsible y no tenía profundidad alguna. Y menos cuando no buscaba las bandas. Por si fueran pocos los problemas del Barça, el susto de la primera parte llegó por parte de Ryanzantsev en el minuto 41, que se plantó sólo delante de Valdés y éste realizó una espléndida parada evitando el gol ruso. A la jugada siguiente, Ibrahimovic estaba dispuesto a lanzar una falta al borde del área y sorprendió a todos dando un gran pase a Iniesta, pero la rapidísima salida de Ryzhikov evitó el gol.


Parece que a Ibrahimovic le han partido la cara


JUEGO A CÁMARA LENTA Y AVISOS DEL KAZAN

En la segunda mitad, el Barcelona siguió a lo suyo. Atacaba y atacaba, pero sin criterio alguno. La defensa del Rubin Kazan era rapidísima, conseguían colocar a dos o más jugadores que encimaban al poseedor de la pelota del equipo culé. Un equipo que jugando con ocho hombres colgados del larguero y haciendo contraataques es un equipazo. Poco más. Este equipo no aguantaría más de un año si jugara en la Primera División, pero lo cierto es que el Barça se ha atascado dos veces frente a la telaraña rusa.

Lo cierto es que no vamos a justificar el empate por los méritos rusos (que los tiene, de acuerdo). Sino por los fallos barcelonistas. No es normal su juego. Puede ser por varios motivos: o los equipos le han pillado el truco a su juego, o le cuesta más cuando el rival se encierra atrás o son problemas físicos. Yo pienso sin duda que es lo último. Porque las transiciones del Barça (ya hemos mencionado que eran horizontales) eran extremadamente lentas. Jugaban casi andando. No había desmarques, la delantera estaba estática, y por mucho que tengan muchos defensas alrededor, si el delantero no se mueve, es imposible encontrar espacios. Si los espacios no surgen por los problemas de la defensa, se deben crear y esa tarea corresponde principalmente a Ibrahimovic, sin excusar al resto. Y eso no lo hizo en absoluto el Barcelona.

En cuanto a los problemas físicos, hay algo que es evidente. Tres jugadores clave no están en su momento. Alves acaba de salir de una lesión, es más, ha acortado los plazos de manera fulminante y eso es de agradecer. Pero no puede jugar 90 minutos de titular cuando has pasado por una lesión. Ni él ni nadie. Iniesta todavía no está al 100%. Y mucho menos si juega de extremo izquierda. El de Fuentealbilla hizo todo lo que pudo, pero no está en forma y no jugaba en su sitio. Y luego está Messi. Su juego gris y su falta de gol en los últimos partidos se debe a aspectos: Primero, sus viajes a Argentina. El técnico de la albiceleste, Maradona, le está sometiendo a una presión difícil de aguantar. Le exige mucho más de lo que puede hacer con un equipo que no le acompaña. Y eso le descentra y le afecta psicológicamente. Segundo, lleva un buen puñado de partidos acumulados y pide a gritos un descanso.


Por la sincronía de las piernas, parece que hacen gimnasia


Por si esto fuera poco, hay que darle un tirón de orejas a Guardiola. Es un gran entrenador, eso no lo vamos a descubrir. Pero tiene algo similar a Rijkaard que desespera a cualquiera. Y es que es muy lento a la hora de hacer los cambios. No es normal que Henry entre en el minuto 82. Era evidente que su entrada debió producirse mediada la segunda mitad, para así recolocar a Iniesta en el centro para oxigenar el juego. Y no lo hizo así.

Con el partido entrando en los últimos instantes, el Rubin Kazan pudo llevarse la victoria. Bukharov tuvo un mano a mano con Valdés que consiguió atajar, pero el balón llegó a los pies de Ryanzantsev solo, pero que se encontró con Puyol que salvó in-extremis. A falta de tres minutos, Bukharov remató un córner que se fue fuera. La última ocasión del partido la tuvo Henry, pero el francés no controló y su remate forzado se perdió fuera. Esa última jugada fue el resumen de la inoperancia blaugrana en ataque.

LAS CLAVES:

El Barcelona jugó al ralentí, con transiciones horizontales que apenas inquietaban al Rubin. Además, su juego era más que previsible y los delanteros no se movían, de esa manera no se abrieron espacios suficientes para penetrar en el área rusa, que fue un muro. Debe salir a ganar en los próximos dos partidos.

El Rubin Kazan salió a defenderse con ocho jugadores desde el minuto 1 y a buscar la suerte que tuvo en el Camp Nou saliendo a la contra. Le salió a medias, pero el empate le supo a gloria.

El árbitro: Konrad Plautz fue lo mejor del partido. Ni se le vio, porque fue un encuentro muy tranquilo sin juego brusco y sin decisiones difíciles. Aprobado con nota.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

AC Milán 1- Real Madrid 1

Kaká se lamenta


EL MADRID SE DILUYE COMO UN AZUCARILLO

El Madrid jugó como se le supone sólo durante media hora. El Milán respondió rápidamente y controló hasta el descanso y el principio de la segunda mitad. El resto, un correcalles sin sentido

Tras el desastre de Alcorcón, el Madrid venció al Getafe con diez recuperando el ánimo. Así saltó al césped de San Siro, con el ánimo recuperado. Y durante los primeros treinta minutos, se vio a un buen Real Madrid. Un equipo que tuvo el mordiente y las ganas de ganar que no tuvo dos semanas atrás en el Bernabéu. El equipo de Pellegrini se movía bien, buscaba las bandas, con Kaká (que regresaba a San Siro) de director, Sergio Ramos apoyaba desde la banda, Benzemá recuperaba el hambre de gol, parecía otro Madrid. Tocaba y creaba juego. No es que fuera una maravilla y las transiciones no eran muy rápidas, pero jugó con tensión. Jugó al fútbol, algo que no se le había visto en lo que llevamos de temporada. Quizá las ocasiones no fueron muy peligrosas (un buen tiro de Benzemá que despejó Dida) pero conseguían finalizar siempre la jugada con un disparo. Un Madrid directo y vertical, como se le supone. Puede que sea éste el camino que debe seguir el Madrid en ataque, que mejorará seguro, con la vuelta de Cristiano Ronaldo.

En ese tiempo el Milán sólo llegó al área de Casillas con una gran contra llevada por Seedorf y Pato, tras un recorte, no pudo marcar el primer gol. En el '29, un disparo desde la frontal de Kaká no pudo atajarlo Dida (que pide a gritos la jubilación) y Benzemá atento al rechace sólo tuvo que empujar a la red. El 0-1 era más que justo por lo que se vio en el terreno de juego. El gol espoleó a los rossoneri que se lanzaron en busca del empate. Cinco minutos después, Zambrotta entró como quiso por la banda izquierda y un centro suyo fue interceptado por el brazo de Pepe. Penalty. Lo cierto es que la jugadas es más que rigurosa. La mano es clara, eso es evidente, pero no existió voluntariedad. Por tanto, si la voluntariedad es lo que determina si es falta o penalty, éste no lo era. Ronaldinho se encargó de lanzarlo de manera magistral a la escuadra.


Una cosa queda clara: Ronaldinho sigue siendo muy feo


A partir del empate, el Milán empezó a controlar el juego. Prácticamente en la siguiente jugada, Pato salta a por un balón más rápido que Arbeloa y éste cae, el brasileño sigue y marca tras un magnífico tiro cruzado ante el que nada puede hacer Casillas. Un golazo, pero el arbitrillo Felix Brych anuló por una supuesta falta a Arbeloa. Sólo la vio él. Aplicó la ley de la compensación por el penalty porque quiso. De ahí hasta el descanso, el Milán llegaba a la portería blanca, pero no generaba demasiado peligro.

La segunda parte siguió con la misma tónica, el Milán apretaba y llegaba a puerta, pero seguía sin concretar. Remates malos y forzados que no inquietaron en ningún momento a Casillas. Así durante los diez primeros minutos, donde los rossoneri sólo estaban cargados de buenas intenciones.

DE VUELTA AL JUEGO DESORDENADO

Casi toda la segunda mitad fue un desastre de organización por parte de los dos equipos. El balón iba de un equipo a otro que, al llegar al área, no disparaba. Todo eran imprecisiones en ataque, no iban a ningún sitio. Los dos equipos estaban faltos de ideas ofensivas, pero no sólo eso, descuidaban sus defensas de manera alarmante. Los dos equipos no podían más. El Milán es porque todos son jugadores veteranos, y el Madrid no sé si es por una mala preparación física o por desidia, o un poquito por las dos cosas.


¡Qué le rasgas la camiseta!


Manuel Pellegrini se debe preocupar mucho por su defensa. Unos desajustes defensivos que no son normales. En tareas ofensivas parece que todo va mejorando si se dedican a jugar como en la primera media hora. Pero la defensa del Madrid a día de hoy es un desastre. Marcelo es muy malo y corre como un pollo sin cabeza; Arbeloa es no es un lateral izquierdo, Sergio Ramos no está a su nivel desde hace más de un año, aunque hoy cumplió y los errores de marca son clamorosos. Esto propició un genial pase al hueco de Oddo por un error de ayuda en la cobertura de Xabi Alonso que Inzaghi muy escorado mandó fuera.

Ya en los últimos cinco minutos Raúl tuvo una clara oportunidad que pudo dar la victoria a los blancos, que despejó Dida de manera impresionante (¡milagro, Dida sabe hacer paradas!) Y ya al final, Ambrosini remató solo de forma muy poco ortodoxa enviando el balón fuera. Si hubiera controlado o rematado bien, podría haberse producido un resultado diferente.

LAS CLAVES:

El Madrid sólo con una buena media hora de juego y un gol no puede ganar los partidos. Deberían intentar seguir esa línea durante los 90 minutos. Lo que debería arreglar con urgencia son esos desajustes defensivos que le pueden costar más de un disgusto.

El Milán es un equipo muy pobre que sale dormido a los partidos. Sólo se dedica a dar pases largos hacia Pato. Y, o los goles contrarios o los que se encuentra, son las únicas maneras de activar al equipo.

Que no se descuiden ambos, porque el Marsella viene pisando fuerte y está a sólo un punto. Que tengan mucho cuidado.

El árbitro: Felix Brych ha demostrado ser un árbitro nefasto. Pitó un penalty más que discutible, anuló un gol legal a Pato y perdonó la amarilla a Ronaldinho y a Lass. Además estuvo muy permisivo no pitando muchas faltas que existieron. Un rotundo suspenso.

martes, 3 de noviembre de 2009

Mis Andanzas por la Seminci (III)


La tarde de Halloween fue mi última visita a esta LIV edición de la Seminci. Y lo cierto es que de nuevo acudí al mismo lugar, el Vicente Escudero, porque el ciclo sobre las películas que influyeron en la Nouvelle Vague era el mejor de todos. Sí es cierto que tengo una deuda con esta corriente (sólo he visto dos películas) pero este año no ha podido ser y me he quedado con las ganas de ver alguna más. Tendrá que esperar también la Sección Oficial que, tras una doble intentona, fue imposible conseguir ver algo.

Allí fui y vi un film de cine negro de bajo presupuesto llamado El Beso Mortal, probablemente la mejor de las tres películas que he tenido la oportunidad de ver. Al final de la crítica de esta película, haré una valoración general de lo que ha resultado mi experiencia de este 2009 en la Seminci.

ALDRICH Y EL CINE NEGRO

El Beso Mortal es una incursión de Robert Aldrich en el cine negro, eso sí, de bajo presupuesto.

Aldrich consigue crear una gran atmósfera. Una película muy oscura, tétrica. Los planos que muestra son muy poco convencionales, desde picados y contrapicados, mostrando piernas, manos, sin abusar en ningún momento de los ya manidos primeros planos de rostros. Eso le da un aspecto diferente al film, apoyado en una soberbia fotografía ideal para mantener el suspense y la intriga. Lo cierto es que es su mayor acierto y todo el interés de la trama se centra en ver quién o quiénes son los asesinos. Incluso tiene momentos cómicos, especialmente destacados en la figura del mecánico, un hombre que está un poco loco resultando sus apariciones la mar de graciosas.

El problema principal del film, es el guión. En ocasiones resulta muy confuso y liante. No sabes por dónde van los tiros, aparecen nuevos personajes de la nada que de pronto tienen conexión con la trama. Además, deja aspectos sin resolver y eso es imperdonable en el cine negro, más concretamente en el campo detectivesco. Hay quién dice que cuando se dejan situaciones sin finalizar es sinónimo de genialidad, de que no te lo den todo bien mascado. Yo más bien lo achaco a una falta de claridad de ideas. Eso sí, nada que objetar a los diálogos, que van al grano.


¡Qué duro es el Ralph Meeker!

Un punto y aparte merece el final. Sin duda tiene un aspecto bueno y otro malo. El primero es que sorprende y deja al espectador con una buena sensación en el cuerpo. Lo malo es la ejecución. Ha quedado muy desfasado, con unos efectos bastante cutres que provocan más risa que espectacularidad. Es lo que tiene una cinta de bajo presupuesto, que en los aspectos de efectos envejecen muy rápido.

Sin duda, en las interpretaciones cabe resaltar a Ralph Meeker. Su actuación como el inspector Mike Hammer es más que convincente. A pesar de que su físico no ayuda (demasiado guaperas encandilador de mujeres) es un tipo cínico, rudo, duro, que sólo piensa en sí mismo y conseguir los objetivos que se ha marcado sin preocuparle el resto. Una muy buena interpretación de detective duro de Ralph Meeker.

El Beso Mortal es una muy buena película de intriga de bajo presupuesto que, con un guión más elaborado y que no se hubiera ido tanto por las ramas, nos encontraríamos ante un peliculón del subgénero. Un 7,5.


Pues esta ha sido mi experiencia en la Seminci de 2009. En lo que a mí respecta, es la segunda mejor edición. Parece que la organización ha estado a la altura de lo que es el certamen (a penas ha habido quejas por parte de los espectadores) y los problemas a la hora de conseguir entradas no son tantos (lo que he aprendido es que no hay que ir una hora antes a por una entrada de la Sección Oficial, porque se agotan). La pena es que no haya podido asistir a más películas, porque unas cuantas más tenía en mente, así hubiera disfrutado de más cine y pudiera haber aportado más a este blog sobre el festival, pero unas veces por mi dejadez y otras por las circunstancias, no ha podido ser.


La alfombra acabó hecha un asco

Cuando mencionaba lo de segunda mejor edición, ha sido por las dos experiencias anteriores. La de 2008 fue absolutamente nefasta. El cartel que había era penoso, de un gafapastismo impresionante que no invitaba en absoluto a ir al cine. Sólo Metrópolis estaba en mis planes, pero fue una estafa. Demasiado dinero por una sola película. Y encima, un caos organizativo impresionante. Menos de un tercio de las entradas se reservó al público general, el resto eran invitaciones. Las consecuencias fueron unas colas interminables y un montón de gente que se quedó sin entrada porque se agotaron en un suspiro. Un auténtico desastre.

Y digo que es la segunda mejor (los más pesimistas dirían la penúltima) porque la edición de 2007 parece insuperable. Parece que queda lejos cuando se hacían ciclos como Dios manda, ese pedazo de ciclo dedicado al productor italiano Alberto Grimaldi y el dedicado al Cine de Juicios. Y aun así, me quedé con ganas de ver alguna película más. Pero ahí quedará para siempre en mi recuerdo, aquel día de todos los Santos, en las que hice una tripleta impresionante viendo tres obras maestras casi del tirón: Doce Hombres sin Piedad, Testigo de Cargo y El Bueno, el Feo y el Malo. Ojalá el año que viene se pueda repetir semejante día.