viernes, 12 de febrero de 2010

En Cartel: Un Tipo Serio (IV)

Título: Un Tipo Serio
Título Original: A Serious Man
Director: Joel Coen & Ethan Coen
Guión: Joel Coen & Ethan Coen
Música: Carter Burwell y VV.AA
Fotografía: Robert Deakins
Reparto: Michael Stuhlbarg, Fred Melamed, Aaron Wolf, Sari Lennick, Richard Kind, Adam Arkin, Jessica McManus, Amy Landecker, Simon Helberg, George Wyner, Fyvus Finkel
Año: 2009 Duración: 105 mins Color
SINOPSIS: Larry Gopnik es un profesor de Física de la Universidad. Un hombre serio, respetuoso, con gran sentido del deber y afectuoso con su familia. Pero, todo le empieza a ir mal. Su mujer le abandona, tiene problemas económicos, sus hijos son un desastre... Buscará respuestas en la religión.



Sí, ya sé perfectamente que la última obra de los Coen se estrenó hace un mes, pero hasta esta semana no he tenido la oportunidad de verla. Os dejo con la crítica que espero que se entienda, porque el film es complejo de narices.

BUENA, PERO SIN EXPLOTAR DEL TODO

Un Tipo Serio es quizá la película más compleja y extraña de los Hermanos Coen y, viniendo de esta pareja de genios, puede sonar bastante raro.

La película tiene muchos aspectos positivos y otros cuantos negativos. Si los pones en la balanza y según el criterio de cada cual, pueden ganar unos u otros, yo me quedo sin duda con los positivos, que los hay y muchos.

El film tiene varios lastres. Cualquier fan de los Coen sabe que la mayoría de sus films tienen un ritmo lento y pausado, aunque en este caso se llega a hacer pesado, incluso aburrido.
El guión es el punto más complejo del film. El desarrollo de la historia, a ritmo de caracol, no es el adecuado con los ingredientes que tiene la cinta. Uno espera un giro brusco, algo que cambie completamente la situación y eso no llega a ocurrir. Aunque tampoco es malo, porque tiene cosas realmente interesantes. El punto débil de este desarrollo, es sin duda el enfoque de la historia que realizan los Coen. Y ése es el punto de vista del protagonista. Todas las desgracias que le ocurren, podrían haber sido explotadas con un millar de chistes, pero los Coen nos lo cuentan empatizando con el protagonista, un tipo más que serio, completamente desgraciado. Y claro, lo que pudo haber sido otra comedia sublime de los Coen, se convierte más en un drama en busca de respuestas que otra cosa. Con otro enfoque que explotara más la vena cómica (que sus puntazos surrealistas marca de la casa los tiene) Un Tipo Serio pudiera haber sido otra genial comedia de los Coen.


¡Lo siento, te he puesto los cuernos!


Al margen de las desgracias del protagonista (Gopnik), el tema central del film es el judaísmo. Los Coen hablan de sus orígenes, realizando un film con muchos aspectos autobiográficos. Y es aquí donde la película tiene más similitudes con Barton Fink. Que ambas no terminan de cuajar. Hay crítica y alabanza al judaísmo. En ningún momento los Coen juzgan los métodos de la religión. Pero, en su crítica (en la que no se ensañan en demasía) lo único que tenemos claro es que la religión no da las respuestas. Que Dios no lo sabe todo y te puede allanar el camino. Eso sí, los chistes que hay sobre el judaísmo, no se entienden demasiado (alguno sí) porque uno no está metido en esta religión. Es probable que, si fuéramos judíos, esos chistes nos hubieran llegado más.

Y el final, es otra de las cosas que llaman la atención. Sí, los queridos hermanos nos tienen acostumbrados a finales de golpe y porrazo, aunque en esta ocasión es demasiado abrupto. Desde luego, su intención no es otra que dejar reflexionando al espectador que, según su punto de vista, lo interpreta libremente. Y puede que sea lo que quieran y lo consiguen: que el espectador saque sus propias conclusiones.

Pero la nueva obra de los Coen tiene muchas cosas buenas. Empezando por la dirección, muy a su estilo y nada al uso. Y una fotografía realmente encomiable.

Una B.S.O. para quitarse el sombrero. Una mezcla de música judía y versos del Bar Mitzvá (la iniciación al judaísmo) con música psicodélica de finales de los '60 y principios de los '70. Con referencias al magnífico Abraxas de Santana, la excelente Machine Gun del tío Hendrix y, finalmente la música de los Jefferson Airplane, que sirve como metáfora del relato. Escuchar varias veces el Somebody to Love, especialmente en los títulos de inicio, es un auténtico gustazo.

Sus momentos cómicos son impresionantes, llenos de surrealismo. Las consultas con los abogados, las desternillantes con los rabinos, con esa historia del dentista que encuentra mensajes ocultos (y la respuesta del último rabino es sencillamente sublime) Las escenas en las que se encuentra el maltratado profesor de física con el amante de su mujer. Los sueños. Y la delirante y paranoica escena del Bar Mitzvá. Todas ellas consiguen la risa del espectador, pero con más puntos como ésos (porque los ingredientes para hacerlos los tiene) repito, que estaríamos hablando de una obra genial.


Estoy fumao... ¡y me importa una mierda el judaísmo!


Y esos ingredientes son la sucesión de desgracias y los personajes. El recurso ya muy visto pero que no deja de funcionar: la ley de Murphy, todo lo que va mal puede ir peor. ¿Qué más le puede pasar al protagonista Larry Gopnik? Una mujer que le deja, un hijo que fuma porros, un amante que no es un cabrón, desgracias en el trabajo, búsqueda constante de respuestas... Impagable si fuera más gracioso, claro está.

Y, cómo no, tenemos a la gran colección de personajes secundarios. Los Coen vuelve a mostrarnos a esos personajes impagables, las excentricidades de su particular mundo. Y los hay increíbles. Tenemos: Unos rabinos mal de la cabeza, una mujer callada secretaria del último rabino, unos vecinos cazadores y fascistas, una madurita cachonda que fuma porros, un hermano que está tarado pero que escribe sobre el universo, la hija que sólo piensa en lavar su pelo, un dentista pirado, un chaval gordo que apenas puede correr, un profesor preocupado por su colega, un coreano que quiere sobornar a Gopnik... sin duda, una colección de bichos raros la mar de interesante y genuinamente Coen, todos ellos muy bien interpretados.

Vayamos con las mejores interpretaciones. Sari Lennick, una mujer cansada de la vida que lleva y que se lanza en busca de la felicidad con otro hombre. No ladra, no discute, simplemente va directa al grano. Aaron Wolf, un chavalito de instituto a punto de cumplir 13 años, al que su religión judía le importa muy poco. Fuma porros, debe dinero y le encanta la psicodelia. Su grupo favorito: Jefferson Airplane. Fred Melamed lo borda. Junto con el protagonista, el mejor personaje del film, que pasará a la historia como uno de los grandes freaks de los Coen. Se trata del amante de la mujer de Gopnik, y no es el típico amante al uso. No es el tipo guaperas forrado, qué va. Es un viudo, gordo y calvo. No quiere putear a su amigo cornudo, lo comprende, le abraza, le hace regalos y lo siente profundamente. Las escenas que protagoniza son hilarantes. Enorme Melamed.


¡Qué pasa chavalote, me parezco a Grace Slik!


Y turno para Michael Stuhlbarg. Un gran descubrimiento. Que nadie se eche atrás pensando en el casting de desconocidos, porque son lo mejor. Y la prueba de ello es Stuhlbarg. Es un buen hombre y su único pecado en la vida es ser un sosainas de tomo y lomo. Se trata de un judío, profesor de física en la Universidad que termina por buscar respuestas sobre su situación en la religión. Debe mucho dinero, duerme en un motel, sus hijos son rebeldes, le intentan sobornar, su hermano está chiflado... con todo eso tiene que lidiar Gopnik y el pobre hombre desesperado hace lo que puede. Una muy buena interpretación.

Un Tipo Serio es un film que muestra cosas interesantes y otras que caen en el olvido. Quizá no aguante la comparación con otras obras de los hermanos. Un reflejo de la vida judía de principios de los '70. Por enésima vez lo repito, si los Coen hubieran explotado la vis cómica, hablaríamos de otra cosa. Pero en absoluto es una mala obra, gracias a algunas situaciones surrealista y a la colección de personajes absurdos. Eso sí: lo mejor de estos hermanos es que hacen lo que realmente les viene en gana, sin importarles la crítica y el público y eso es algo de agradecer: creadores con auténtica personalidad.

Media en IMDB: 7,5 (14.818 votos)
Media en Filmaffinity: 6,2 (2.929 votos)
Media en Cinetrivia: 5,60 (5 votos)

1 comentarios:

Mike dijo...

Buenas:

pues í, es rara con cojones, me ha gustado sin ser un peliculón

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