martes, 17 de agosto de 2010

Cultura videojueguística

El mejor juego de la historia


Desde los primeros arcade en las máquinas de los salones recreativos allá por la década de los '70 hasta la actualidad llevan los videojuegos en nuestra vida cotidiana. Una industria, la del videojuego que no para de crecer y crecer, de crear multitud de consolas, de juegos, de maneras de jugar para entretenerse. Hasta tú puedes ser el protagonista del juego sin tener que dar a un botoncito. Pero, a pesar de llevar tanto tiempo entre nosotros y haber jugado y visto jugar a mis amigos, tengo que reconocer una cosa de la que no estoy demasiado orgulloso: soy un perfecto analfabeto en el tema de los videojuegos.

Cuando me reúno con los colegas para echar una partidita a la play, lo primero que todos advierten es que soy un paquete. Mi destreza a la hora de manejar un juego es prácticamente escasa. La respuesta a ello es sencilla: mientras mi generación ha crecido en el siglo XXI (vale, eran los '90, pero me entendéis) yo crecí casi en el siglo anterior. Mis relaciones con los videojuegos se limitaban a esas míticas partidas en la sala Tetris, con los grandiosos Tekken Tag y el Virtua Striker 2. Y, cómo no, en la aún existente Joker con el juego del siglo, el Heavy Samash, esa especie de balonmano violento. Mientras, todos disfrutaban de la Megadrive, de la Nintendo 64, la Gameboy o la primera versión de la Play. Y yo me quedé atrás, claro.

Eso se pudo haber remediado en el 2001, cuando por fin tenía ordenador en casa. Mi alegría fue tal, que lo abracé, literal. Era una chatarra desde el primer día pero ya podía jugar. Fifa, Sega Rally 2, el Neo Geo, Age of Empires o el Commandos fueron mis principales vicios. Nada de juegos complicados de pasarse mil misiones (el Commandos con trucos, claro) ni ser un poderoso guerrero con chorrocientas armas que vete tú a saber para qué sirven. Nada de juegos legendarios que todo el mundo se sabía el dedillo. Las conversaciones entre amigos que no paraban de hablar de tal videojuego, de lo que hay que hacer en una misión o comparando juegos de sagas me las he pasado y pasaré callado porque no tenía ni idea de lo que estaban hablando. Lo confieso, aunque alguno me llamé hereje: No he jugado al Final Fantasy, apenas he tocado a Mario o el GTA, ni al Zelda, ni al Diablo, ni al World of Warcraft, Los Sims, God of War, Resident Evil o Silent Hill. Y son unos cuántos y son famosos de narices.


Es que ni viendo la peli me emociona


Pues bien, todo se debe a que nunca he tenido consola. Bien es cierto que hay versiones de estos y de muchos juegos más para ordenador pero, mi poco interés o mi desgana, los rechazan. Será porque me irrita atascarme en un punto del juego. Y no es que no me gusten los videojuegos, al contrario, molan mucho y poder manejarles como un experto tiene que ser la hostia. Pero no es lo mío. Ahora mismo, tengo la PSP, pero está en casa de un amigo y no he ido a por ella. Y no me urge, pero tengo ganas de recuperarla. Pero para jugar a lo de siempre: al Fifa y al Padrino, que para eso es un peliculón. Para poco más, de momento. Quizá cuando me aburra de esos juegos me entre el gusanillo y empiece a explorar esos mundos de fantasía que poseen. Soy demasiado clásico y convencional, qué se le va a hacer.

Muchos pensarán que jugar a los videojuegos no vale para nada y que es mejor leer un libro, escuchar música y ver una peli. Desde luego a mí me gustan más estas tres cosas, pero no estaría nada mal ser algo más docto en este mundillo. Porque el saber no ocupa lugar y, aunque los videojuegos estén demonizados por la sociedad que no ha crecido con ellos, saber de videojuegos también es cultura. Si nos atenemos al término cultura que sólo versa sobre los conocimientos acerca de algo, existe la cultura del videojuego. Ahí están, casi cuarenta años de vida, un montón de formatos, de tipos, para todas las edades. En el videojuego hay un universo virtual y otro real, el del conocimiento de este entretenimiento y en el esfuerzo por ser más diestro en el manejo del joystick.

Como todo, tienen sus cosa malas. Su abuso es malo para la vista, provoca sedentarismo en los más pequeños (y en los jóvenes) que luego tienen problemas de sobrepeso. Pues como la tele, cinco o seis horas sillón-ball son tan perjudiciales como los videojuegos durante tanto tiempo. Luego está el tema de convertirte en un frikazo que no sale de casa por jugar a los videojuegos. Eso sí que es malo, no hacer vida social por culpa de una maquinita. Hay casos, son reales y algunos asustan. Porque una cosa es que te llamen friki por jugar o por leer cómics (una chorrada, todo el mundo sabe que dentro tenemos un nazi, una maruja y un friki) y otra muy distinta es estar completamente obsesionado con ello y no salir casi de tu casa.


Yoshimitsu es Dios


Pero soy de los que opinan que los videojuegos son buenos. No me creo la patraña de que perturban la mente los juegos violentos. Es más, si no existieran esos juegos de "matar" no nos podríamos desfogar y nos cargaríamos a más de uno. Como siempre digo, en su justa medida (la mía es escasa) son buenos. Ayudan a descargar adrenalina y tensión. Ayudan a desarrollar la mente y esto no es ironía. Piensas diferentes maneras de cómo salir de una situación complicada. Qué hacer o no hacer ante una dificultad. Extrapolarlo a la vida real se antoja casi inverosímil, pero es una forma diferente de darle al coco. Con los juegos en red, puedes conocer a gente de cualquier parte del mundo y hacer amigos. Es un divertimento puro, solo en casa, con unas cervezas hablando de ello con los amigos, o con esos mismos colegas reunidos pasando una buena tarde con la consola.

Tengo que poner remedio a mi inutilidad con los videojuegos. Por saber más de ellos, por divertirme, pasarlo bien. Pero creo que será imposible. Me siguen resultando muy difíciles y, teniendo en cuenta mi mínima paciencia, el asunto está complicado. Esto sólo era una reflexión sobre este amplísimo universo, mi relación con ellos incluida. Conocer los videojuegos y disfrutarlos también es cultura, menor, pero que nunca pude ser malo abrirse a ellos.

8 comentarios:

Isaac The Mime dijo...

Yo tuve la megadrive (hace poco estuve jugando con ella de nuevo, para recordar...) y desde que me compré PC dejé las consolas de lado, y los videojuegos casi que también. Solo solía jugar a los de Futbol (pro, fifa y pcfutbol el mejor juego de la historia) y como no, a los warcraft (I, II, III, Starcraft), eso sí, jugaba bastante :), pero sin anteponer quedar con los amigos... hasta la aparición del World of Warcraft, el puto juego me tuvo enganchado 4 años (a mi hermano, a mi cuñada, a mi novia, a mi prima, mi primo, a otro primo, a su mujer...), y la verdad es que los días que no te apetecia salir el WoW te ayudaba en la decisión xD.

Que los juegos son malos? como todo en exceso en esta vida, pero no en su justa medida. A mi el WoW me ayudo mucho, conocí gente de muchas ciudades de España a los que he visitado (y viceversa) y conocido en persona, organizando quedadas... y además conocí a mi novia con la que voy a hacer 3 años estupendos.

Y yo también prefiero leer o escuchar música antes que jugar a videojuegos, así que coincidimos en todo amigo ;)

Un saludo! Muy buen post!

Full Norbert dijo...

Te juro que he estado a punto de poner que jugando en red puedes encontrar novia, pero podía parecer exagerado, veo que no XD!!!

Una cosa es que no te apetezca salir y si te quedas en casa juegues al WOW (como tú) y otra cosa es que no salgas porque TIENES que jugar al WOW. Eso dice un amigo, bueno debe ser otro parecido..

Sí, yo pienso que en general son buenos y que esa imagen tan mala que tienen por culpa de algunos es falsa.

Mike dijo...

Buenas:

Otro patán de los videojuegos al habla!

También es cosa de encontrar el tipo que te guste, a mí me encantan esos de encontrar objetos y algún juego no muy largo me lo he pasado en una tarde, pero de aí a no salir...

Bueno, también un día, antes de salir de fiesta, me volví antes a casa para ficharme dos jugadores en el managerzone XD. Eso sí, luego me fui de fiesta XD

Álvaro dijo...

Por partes. Antes que nada, darte la enhorabuena por el artículo, me ha gustado muchísimo y no sólo por lo interesante que es, sino porque me siento reflejado casi al 100%.

Es una pena que no podamos tomarnos unas birras juntos (algún día) porque coincidimos en muchísimas cosas (menos en el puto AOR de los cojones) y en esto de los videjojuegos, mucho mucho.

Antes de enrollarme y que se me olvide, MUY MUY BUENO LO DE LA PELI DEL FINAL FANTASY. En el año 2005, me fuí a vivir con mi hermana y su amiga ultra freak (que ésta a su vez traía mucho a su novio y que era más friki aún) durante un año, y tras todos esos meses que todos estábamos juntos, Paqui (como se llamaba la muchacha) me enganchó al Anime (sobre todo a Naruto) y recuerdo una noche, que, emocionadísima, trajo la peli (no sé cual ni me importa) de Final Fantasy. Era una que todo el mundo esperaba y que sólo había salido en Japón y no sé que hostias. Total, que como estaba loca de contenta, organizó una quedada con todos sus amigos, cada cual más desquiciado, y con chuches, patatas y cervezas, y habiendo más de 15 personas en el piso (lo juro, entre ellas, mi hermana, que le suda y siempre le ha sudado el coño todo lo que tenga que ver con el Anime y los putos dibujitos) estábamos ahí viendo la peli.

Qué decirte, una puta mierda de las grandes, no me dijo nada. Quizás porque no sabía nada del argumento (puesto que, como comentaré más tarde adelante, siempre he pasado de los videogames) y porque no me atraía nada, pues la peli me aburrió como los toros a Platanito.

Bueno, lo que quería comentar desde un primer momento, es que yo sólo tuve la Game Boy ladrillo (si, esa gris que se llenaba de mierda del tirón) y luego, en 1994 cuando hize la comunión, me regalaron la Play 1, porque la anunciaban en el Club Megatrix y se me puso en la poya de tenerla. Pero es que sólo juaba al Rey León picha, ah y al Sonic. Los demás juegos, los tenía de risa. Ah bueno, y al TEKKEN jugué mucho cuando venía mi primo o mi hermana. Y FIN.

Antes de la Play 1, tenía la Nintendo esa que parecía una caja de bombones, con sus cartuchos y tal. Otra consola a la que le dedicaba 0% de mi tiempo.

Antes de tener la Play tuve un ordenador AMSTRAD que sólo lo tocaba para jugar a un juego de una tía con unas tetazas y una pistola y que tardaba medio día en cargar, por lo tanto, cuando ya estaba cargado, me iva a jugar a otra cosa.

El caso es que los videojuegos NUNCA me han llamado la atención. Joder, hace dos navidades me compré la Play Station 3 por tenerla, y ahí está muerta de risa y llena de polvo, es que paso, me agobian.

Los videojuegos que me gustan, son los de ir matando e ir pasandote pantallitas y luego, matar al malo final. Por eso me vicié el verano pasado al Heavenly Sword y al Lobezno: Orígen.

Para colmo, mi hermana me regaló por mi cumple pasado, el HEAVY RAIN una puta aventura gráfica super rayante a la que (como mínimo) le tienes que dedicar meses para pasartelo. Vámos, un come coco de cojones.

Si dejé de jugar al Uncharted porque me agobié al quedarme "atrapado" en una especie de jardín del cual no podía salir.

Me solidarizo contigo con respecto a esas charlas frikis que tienen algunos delante nuestra y de las cuales, poco podemos aportar.

Ni WOW, ni Final Fantasy, ni ná de ná. El WOW me lo instaló un compañero de clase ¿y sabes cuánto duro en mi Pc? Una hora, porque lo probé y me aburrí. Eso de matar cerditos de color rosa al principio para aumentar de nivel, pufff, menudo truñazo.

Total, que no, que yo y los videojuegos, somos lo que para Yola Berrocal es un libro de Historia Hispánica. Nada de nada.

NO TENGO PACIENCIA.

Siento el ladrillazo xDDD

Álvaro R.

Álvaro dijo...

Miento, lo de Sonic y Rey León, era con la Megadrive (la consola que más cariño y más tiempo dediqué, y ya es decir). Fíjate, tenías consolas, y realmente, pasaba de ellas.

Yo, cuando pequeño, vámos de 6 a 13 años, le didicaba tiempoa jugar con muñecos, a correr por el jardín, a montar en bici.

Siempre diré, que pertenezco a una época que no es la mía.

Las consolas que compraba mi madre, realmente eran un gasto de dinero absurdo, se quedaban ahí de adorno. Siempre fuí caprichoso, y claro, veía que estaba de moda y que algunos compis las tenían, pues yo también. Y al final, mira.

Un abrazo.
Álvaro R.

Full Norbert dijo...

Bueno, pero es que yo ni eso. Ni la play, ni la megadrive, ni ná. Sólo un colega me pasó la gameboy color y me pasé el Pokémon y el Donkey Kong mil veces. A mí es que me entra vagancia con muchos juegos, pero siempre me han interesado algunos. Y sí, a ver si recupero la PSP y me bajo el FIFA 11, que no creo que tarde demasiado en salir.

Sobre la peli de Final Fantasy, ¿era una de animación o una del año la tos de personas? Porque creo que hicieron una con actores (no estoy muy seguro) que debe ser la mayor bazofia de la historia según fans enloquecidos del juego. Yo la que vi es una de animación del Final VII (por eso puse una imagen de ese juego) y el argumento me aburría mazo, eso sí, las peleas, las macromotos y las macroespadas se salían mazo.

PD: Ojalá pudiéramos ir de birras, pero es que casi vivimos de punta a punta del país XD!

Álvaro dijo...

jajaja, ya, es una putada, pero bueno, algún día tocaremos todos estos temasy más mientras degustamos una buena cerveza.

Pues sí, era un Final de animación y por lo que comentó Paqui, era muy esperada por los fans. Y bueno, si es cierto que las motos y las espadas eran la caña, pero ya está.

Cuando paseo por la urbanización en la que viví hasta los 17 años, y veo a niños jugando en las calles con las bicis, etc, me alegra y me conmueve, porque me recuerda a mi infancia y porque es una satisfacción el comprobar que aún hay niños que, como siempre se ha hecho, disfrutan del aire libre y de la forma más sana.

Un abrazo.

Álvaro R.

Mike dijo...

Buenas:

Otras, ya me has dado idea para mi habitual artículo semanal de la Torre para el blog

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