martes, 2 de marzo de 2010

Inglaterra 16- Irlanda 20

¡El gran Bowe señalando que es el número 1!

SUPERBOWE

Irlanda se impuso gracias a los dos ensayos de Bowe en un gran partido muy disputado. Los ingleses lucharon como titanes hasta el final. Irlanda recupera sus opciones, mientras que Inglaterra pierde algunas.


La tercera jornada del VI Naciones para ingleses e irlandeses se presentaba de manera distinta para ambos conjuntos. Inglaterra debía ganar para seguir optando al Grand Slam y para que los franceses no se distanciaran. Por su parte, Irlanda necesitaba recuperar el crédito perdido tras su nefasto partido en St Dennis.

El partido fue igualadísimo en todos los sentidos. Tanto en defensa como en ataque, aunque los irlandeses estuvieron mucho más certeros a la hora de conseguir ensayar. De hecho, lo hicieron muy pronto. En el minuto 4, Sexton (que sustituía a O'Gara, damnificado por la derrota ante Francia) corría por el ala derecha y dio una patada a seguir. Tommy Bowe consiguió ganar la carrera a Wallace y se lanzo hacia el oval para posar. Sexton no consiguió transformar la lejana patada, pero Irlanda se colocó 0-5 en sólo cuatro minutos. Seis después, Wilkinson falló un drop, pero tuvo la oportunidad de arreglarlo, ya que era ventaja y lanzó un golpe de castigo. El oval dio en el palo, para desgracia inglesa.

Los ingleses empezaron a dominar el partido. Atacaban más y llegaban con más frecuencia a la línea de 22 irlandesa. Pero, esta vez, se encontraron con una Irlanda diferente. Todo lo que no defendieron en St Dennis lo hicieron en Twickenham. Su delantera se impuso a la inglesa, no les dejaron pasar en ningún momento. Resistieron muchas acometidas del XV de la Rosa. A pesar de ello, Inglaterra consiguió reducir distancias en el '16, Wilkinson convirtió el golpe de castigo. En el '30, fue Sexton el encargado de aumentar la ventaja de Irlanda con un golpe de castigo al que respondió Wilkinson en el minuto 37. Inglaterra atacó más, pero Irlanda defendió muy bien y aprovechó su oportunidad de ensayo. Se llegó al descanso con máxima igualdad: 6-8.


¡Aquí puede haber hondonadas de hostias!


En la segunda parte, se vio a dos equipos que lucharon hasta la extenuación por llevarse el partido. Los dos pelearon como titanes. No se andaban con contemplaciones y ambos se lanzaron a la 22 rival para lograr la victoria. Uno veía el partido y sabía que podía pasar cualquier cosa, que no había un claro dominador y que la moneda podía caer de un lado o del otro.

Primero golpeó el XV del Trébol, que salió mejor en esta segunda mitad. Corría el minuto '56 cuando, tras una touch y el siguiente maul, O'Leary consiguió abrir el ruck hacia el lado izquierdo cerrado, Sexton recibió y pasó a Earls que, libre de marca, ensayó. De nuevo los irlandeses ponían tierra de por medio a pesar de que Sexton volvió a fallar la escorada patada. La respuesta del XV de la Rosa no tardó en llegar. Tras encerrar en la 22 a los irish, consiguieron varias melés a 5 metros y estuvieron a punto de obtener un ensayo de castigo. En el '61, los ingleses consiguieron llegar a la línea de 5 irlandesa, entre palos y se lanzaron a empujar. El oval lo recogió Cole y se lanzó a ensayar. No fue nada claro, ya que había manos irlandesas de por medio. Las repeticiones no consiguieron despejar dudas pero, el juez de televisión debía tener una mejor que las aquí ofrecidas, porque sino, no concedería el ensayo inglés. Con cierta polémica sí, pero en este deporte, la limpieza y la honestidad arbitral no se cuestiona en ningún momento. Wilkinson se encargó de la formalidad y colocar un empate a 13 a falta de menos de veinte minutos.


El pobre O'Driscoll en la camilla


Tres minutos después, se produjo la jugada desafortunada del partido. O'Connell iba corriendo y no vio a su compañero O'Driscoll en el suelo y, la mala fortuna quiso que le golpease con su rodilla en la cabeza. O'Driscoll quedó aturdido y tuvo que ser sustituido, pero todo quedó en un susto. Los ingleses, crecidos, buscaron la victoria. Wilkinson tuvo la oportunidad en el '67 de poner en ventaja a su equipo, pero erró el golpe de castigo. Ni él ni Sexton tuvieron su día. Pero, cuatro minutos después, el apertura inglés sacó todo su orgullo para redimirse de sus fallos. Wilkinson pateó un drop con su pierna mala, la diestra, y puso por primera vez en el partido la ventaja para Inglaterra .

El XV de la Rosa se sentía seguro de la victoria, pero ahí apareció Bowe. A falta de seis minutos, Irlanda ganó la touch y O'Leary cedió a Bowe. El irlandés corrió la 22 inglesa, evitando dos placajes y ensayo de manera grandiosa para delirio del XV del Trébol. O'Gara (que relevó a Sexton) colocó el 16-20 final, aunque Inglaterra tuvo una última oportunidad. Tras un largo maul de 20 metros, llegaron a la línea de 5, pero acabaron perdiendo el balón. Y el tiempo se terminó. Gran victoria irlandesa, en un partido muy disputado, lleno de tensión y de momentos de dominio para ambos conjuntos. Coraje y valentía demostraron ambos equipos y hay que aplaudir el tesón inglés. Pero la gloria y la épica se la llevaron Irlanda, con la firma de Tommy Bowe.

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