miércoles, 7 de julio de 2010

Uruguay 2- Holanda 3

El golazo de Van Bronckhorst


NO SON TAN MECÁNICOS, PERO SON FINALISTAS

Holanda llega a la final 32 años después, gracias dos goles en tres minutos. Uruguay no pudo ante la solidez y pegada de la Oranje, aunque peleó con mucha garra. Alemania o España, serán el rival de los holandeses.


Uruguay
y Holanda tenían una cita con la historia en estas Semifinales. Dos equipos con tradición y solera volvían a unas Semifinales después de cuarenta y doce años, respectivamente. Además, tenían la oportunidad de regresar a una final tras muchos años intentándolo en vano. Lo cierto es que ambos han tenido un camino sencillo hasta estas semifinales, aunque hay que apuntar que el grupo de Uruguay no era sencillo y que Holanda derrotó a Brasil con todo merecimiento, aunque con escaso fútbol. Pero el resto de rivales no eran de gran calidad, aunque en el fútbol hay que imponerse a cualquiera.

A falta de fútbol, goles. No fue un partido de ocasiones, de ritmo lento y bastante cansino en muchas fases del juego. Holanda encarrilaba el encuentro con un soberbio gol del su capitán, Gio Van Bronckhorst. A los diecisiete minutos, lanzó un misil escorado, muy lejano que golpeó en la madera y se coló a la altura de la escuadra. Uruguay tuvo más posesión en busca del empate, y el premio lo encontró al filo del descanso en las botas de Forlán. En ambos goles tuvo que ver el efecto del Jabulani, si bien en el gol del uruguayo ayudó la mala colocación de Stekelenburg y su despiste, lo que no quita el gran golpeo de Forlán. Tablas en el descanso.

En la reanudación, un poco de lo mismo. Juego feo y aburrido , sólo un par de ocasiones de Robben y Forlán. Hasta que llegaron los tres minutos en donde la Oranje sentenció a los charrúas. Primero Sneijder, en el '70. Su disparo en la frontal, cruzado y ajustado al palo, lo desvió un defensa y Van Persie, en fuera de juego, no llegó a tocar el balón . Aunque casi interviene en la jugad, el gol holandés es legal ya que el el balón proviene de un uruguayo. Sólo tres después, Robben remató un buen centro en el punto de penalty, con un perfecto giro de cuello y ajustando el esférico a la base del poste, donde nada puede hacer Muslera.


Robben celebrando el tercero


Con el partido sentenciado, los siguientes minutos los jugó Holanda a placer. Aunque aún quedaría tiempo para algo de emoción. En el descuento, una falta de estrategia de Uruguay supuso el segundo tanto, obra de Maxi Pereira de tiro cruzado. Después, varios balones a la olla de Uruguay a punto estuvieron de empatar, pero la defensa holandesa estuvo bien al corte y el árbitro añadió dos minutos de más.

Ya no son tan mecánicos ni juegan al fútbol total como antaño, practican un fútbol práctico. Sería curioso que, con el cambio de estilo, la Oranje se proclamara campeona del Mundo, se reabriría el eterno debate sobre estilos futbolísticos. Lo que es evidente, es que Holanda está ante la oportunidad de vengar a la generación de los '70, aquél mítico equipo de Cruyff, Neeskens y compañía que llegó a dos finales consecutivas. O a la de los '80 comandada por Van Basten y Gullit que, aunque se proclamaron campeones de Europa en 1988, sus papeles en los Mundiales no fueron muy positivos. Vengaron a la de los años 90, con Bergkamp y CIA, que perdieron dos veces consecutivas con Brasil, esa deuda está saldada. Están a un paso de vengar a generaciones más potentes y más vistosas, lo que no quita que esta selección, tiene una enorme calidad, en especial su gran pegada.

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