Schleck, Contador y Menchov en el podio de París
Este domingo, el ciclista español del conjunto
Astaná, Alberto Contador, se ha proclamado por tercera vez como vencedor del
Tour de Francia, la mítica ronda gala ciclista, la vuelta por etapas más prestigiosa del mundo. Tres entorchados en una meta difícil de la que pocos pueden presumir, pero esta edición del
Tour no sólo consagra a
Contador como uno de los grandes ciclistas de la historia en esta ronda, sino que supone algo más: su duelo con
Andy Schleck se aventura como uno de los más largos, de esos que pasarán a la historia del ciclismo.
En los
Tours de Francia siempre ha habido una enorme rivalidad. Los grandes campeones siempre se han encontrado con ciclistas a su altura, que luchaban de igual a igual. En algunas ocasiones con mejor o peor suerte, estos corredores quizá no tengan tanto nombre como los más laureados, pero su nombre queda en la historia. Así,
Jacques Anquetil se las veía con
Federico Martín Bahamontes o
Raymond Poulidor, ese ciclista que ha subido ocho veces al cajón pero que nunca ha logrado la victoria.
Eddy Merckx se las tenía que ver con
Luis Ocaña, Joop Zoetemelk, Van Impe o el propio
Poulidor. O los míticos duelos de los ochenta entre los franceses
Bernard Hinault y
Laurent Fignon o las luchas encarnizadas
entre Greg Lemond, Stephen Roche y
Pedro Delgado. Llegando a los
'90 Miguel Induraín lidiaba con los italianos
Claudio Chiappucci y
Gianni Bugno o los suizos
Tony Rominger y
Alex Zülle. Por último,
Lance Armstrong que, aunque parecía que ganaba con demasiada sobradez (la sombra del dopaje sigue siendo un tema de discusión en la figura del norteamericano) siempre ha tenido grandes rivales como
Jan Üllrich, Marco Pantani, Iván Basso o
Joseba Beloki. En la actualidad, la lucha por el Tour es más bicéfala que nunca. La diferencia de apenas
39 segundos entre
Contador y
Schleck así lo confirma. Es la segunda vez consecutiva que los dos repiten posiciones y teniendo el corredor de
Pinto 27 años y el luxemburgués
25, todo hace presagiar que ambos tienen cuerda para rato y que sus duelos seguirán engrandeciendo el nombre de un deporte denostado por la lacra del dopaje, pero que siempre ha sido muy bello como es el ciclismo.
El abrazo entre los dos grandes
Esta edición del
Tour ha sido extraña en todos los sentidos- el ganador no ha logrado ni una etapa- y no exenta de polémica. Se ha debatido mucho sobre el fair-play en este deporte, es decir, el dilema moral de esperar o no a un ciclista si sufre una caída o una avería. Pues bien, muchos criticaron a
Contador porque no esperó a su amigo y rival
Schleck cuando a éste se le soltó la cadena de la bicicleta en la etapa que finalizó en
Bagnères de Luchon. La diferencia que sacó el madrileño fue de
39 segundos, quedando líder con ocho de ventaja sobre el corredor de
Saxo Bank. Así perdió el
Tour Schleck, aunque
Alberto le sacaría el mismo tiempo que tenía de diferencia
Andy en la contrarreloj del sábado. Lo cierto es que esa etapa fue clave. El luxemburgués movió la carrera, se le veía con mucha fuerza y pudo hacer daño para dejar el
Tour en franquía. Otro handicap para
Schleck fue la baja de su hermano
Frank, que se rompió la clavícula y era su aliado perfecto. Aunque es evidente que, si esto no hubiera sucedido así, la forma de corredor del madrileño hubiera sido diferente, más agresiva y menos conservadora. En la etapa que finalizó en el mítico
Tourmalet, llegaron juntos, cediendo
Alberto la victoria a
Andy, aunque fue de manera un poco lamentable (no por no disputarla, sino la forma de la llegada, por un tubular).
Todos los grandes ciclistas han coincidido en el diagnóstico: el fair-play en el ciclismo no debe existir. Nunca se ha hecho, nunca se ha esperado a otro corredor- sólo en una ocasión,
Üllrich esperó a
Armstrong- y es estúpido hacerlo porque en otros deportes como en automovilismo o motociclismo no se hace. La polémica pues, no tiene demasiado sentido. Lo cierto es que
Schleck no ha sido capaz de vencer al corredor de
Astaná en un
Tour donde estaba más fuerte en diferentes etapas y
Contador no estaba tan fino como en ediciones anteriores. Puede ser que ésta haya sido su gran oportunidad de derrotarle y no ha podido, pero aventurar que el sensacional corredor luxemburgués no ganará un
Tour, es precipitado. En la montaña están parejos y en contrarreloj
Contador es superior, aunque el líder del
Saxo Bank ha hecho la crono de su vida.
Alberto Contador ya es uno de los grandes ciclistas de la historia de
España. Un magnífico corredor, que domina la montaña y la lucha contra el cronómetro. Y buen tipo, porque el madrileño es de los que cae bien. Le ha costado mucho ganar su tercer
Tour y es porque tiene un gran rival. Hay duelo para, ojalá, muchos años, para seguir disfrutando de los
Tour de Francia y que, poco a poco, el ciclismo vaya volviendo a ser lo que era: un gran deporte de lucha y sacrificio.
3 comentarios:
¿Otro Induráin? Este dijo que dará más guerra. Me alegro mucho por él. Es increible la elite deportiva que tenemos en este país ¿eh? Joder. Entre Nadal, los futbolístas, Gasol, Contador, Pocholo...
Un abrazo.
Álvaro R.
Ojala llegue a los 5 de Indurain o los 7 de Amstrong.
En cuanto al momento polémico, en mi opinión Contador actuó bien, en la F1 o en motos uno no se espera cuanto otro sufre una avería.
Un abrazo!
Pues ojalá sea otro Induraín eso sería increíble. Y hubierámos tardado poco en ver otro, menos de veinte años. Sí, ya lo he puesto que me parece bien lo que hizo mi tocayo. No hay que esperar a nadie.
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